II. RESEÑAS
9.
Crecimiento económico y moral
Miguel-Ángel Galindo Martín
EN LAS ÚLTIMAS décadas ha proliferado
la literatura, tanto teórica como empírica,
sobre los factores que impulsan el crecimiento
económico. Por otro lado, también
suscitan interés entre los economistas los
aspectos éticos y morales de la economía.
Por ello, el título del libro objeto de esta
reseña puede generar en un primer momento
cierta expectación para aquellos
lectores interesados en ambos aspectos. Es
muy difícil encontrar libros en los que
ambos temas hayan sido objeto de estudio
en una misma publicación. Salvo el libro
de Stivers (1976) y los que se centran en
el ámbito del crecimiento (uno de los más
recientes es el de Gasper, 2004), son pocas
las publicaciones dedicadas a estudiar
los dos aspectos.
Si bien el título del libro del profesor
Friedman parece presagiar que la carencia
de este tipo de literatura va a ser paliada,
pronto el lector se dará cuenta de que sólo
es un espejismo. La palabra moral aparece
únicamente en la portada y ningún
epígrafe o capítulo la recoge en su título.
En efecto, como indica el autor en la
página 4, el objetivo fundamental del libro
es desarrollar la hipótesis de que el
crecimiento económico estable propicia
mayor tolerancia y movilidad social. En
este sentido, considera que en el comportamiento
económico existen dos tipos de
círculos: los virtuosos, en los que el progreso
de la sociedad y el crecimiento económico
se refuerzan mutuamente, y los
viciosos, en los que el estancamiento económico
conduce a la violencia y a comportamientos
menos democráticos.
Precisamente, en dichos círculos se presentan
comportamientos de índole moral
que hay que considerar.
Para defender su postura, Friedman
emplea no sólo datos económicos sino
también aspectos históricos y culturales.
Esta metodología es, precisamente, uno de
los puntos fuertes y positivos, aunque
también es una debilidad del libro, como
ya expondremos más adelante. A su vez,
hay que indicar que en el desarrollo de sus
ideas no hay una exposición clara de cuáles son los valores morales que defiende
Friedman ni se podría decir exactamente
cuáles son "las consecuencias morales" del
crecimiento. En efecto, en el libro no se
presentan aportaciones éticas ni morales,
no existe preocupación por comprobar si
tiene cabida el imperativo categórico de
Kant, por poner un ejemplo, o la aportación
de ningún otro filósofo. No hay tampoco
ningún apartado en el que se discuta
cuáles son los valores éticos que deben
defenderse en la sociedad y si el crecimiento
económico los afecta positiva o
negativamente.
Lo que acabamos de exponer no significa
que el libro carezca de interés ni que
el desarrollo de los temas no sea riguroso.
Por el contrario, a lo largo de sus capítulos
nos ofrece una visión cultural y económica
de la generación y de las implicaciones
del crecimiento en algunos países. Para alcanzar
su objetivo, la obra está dividida en
cinco partes. La primera se centra en el
crecimiento, estableciendo la relación entre
este último y la ideología expuesta por
la Ilustración respecto al progreso moral.
La segunda analiza la evolución de la economía
norteamericana. La tercera expone
el comportamiento de Gran Bretaña,
Francia y Alemania. Los temas relacionados
con el desarrollo y la globalización son
objeto de atención en la parte cuarta.Y, finalmente,
la parte quinta recoge una serie
de recomendaciones políticas para el caso
de los Estados Unidos.
En todas estas partes se incluyen los
ingredientes más importantes para analizar
los efectos y factores que se relacionan
con el crecimiento económico: pobreza,
distribución de la renta, confianza, educación,
capital físico, tecnología, etc. Por
otro lado, se hace hincapié en las externalidades
y en los comportamientos microecónomicos
y psicológicos para favorecer el
crecimiento, dejando vía libre al Gobierno
para actuar a través de sus políticas.
En este sentido, las instituciones van a
desempeñar un papel relevante. Su cometido
fundamental, para Friedman, es mantener
el "imperio de la ley" (rule of law),
proporcionar educación y también parece
sugerir que deben promocionar la ciencia
y la tecnología para hacer a las naciones
más competitivas.
En cuanto a los beneficios que se derivan
del crecimiento, Friedman hace especial
hincapié en que a través de él se consigue
una sociedad más abierta y
tolerante. Desde su punto de vista, existe
un efecto feedback entre crecimiento y democracia,
tratándose de una relación
compleja y difícil de determinar. En este
orden de cosas, defiende la idea de que
aquellos países que están menos desarrollados
son los menos democráticos y presentan
un mal funcionamiento de sus respectivas
instituciones, lo que dificulta su
crecimiento.
Por el contrario, el crecimiento económico
estable da lugar a una serie de comportamientos
morales en la sociedad, haciéndola
más tolerante, democrática y
abierta, aunque estos comportamientos
no quedan perfectamente delimitados en
el estudio de Friedman, como ya se ha indicado.
Y, ante la dificultad de desarrollar
el correspondiente análisis empírico para
defender su postura, el autor opta por
analizar los distintos comportamientos
culturales, especialmente los literarios.
Éste es, sin duda, un elemento interesante
y, en cierta medida, novedoso en este
tipo de análisis, pero, por desgracia, es bastante
sesgado. En efecto, Friedman, se centra
en las aportaciones de escritores de lengua
inglesa, especialmente estadounidenses,
tales como, Scott Fitzgerald, Steinbeck,
Dean Howells, Dickens, Trollope y Gaskell,
entre otros. Sus novelas son utilizadas
por Friedman para considerar los aspectos
morales derivados del crecimiento y, en
muchos casos, para mostrar la degradación
moral que en ocasiones se ha producido.
Si bien, como hemos indicado, éste es
un aspecto interesante, es, a su vez, insuficiente.
No sólo porque no se contemplan
otros autores que también han ofrecido la
perspectiva moral del progreso económico,
como es el caso de Thoreau en Estados
Unidos, o de Balzac, Zola y Thomas Mann
en el entorno no anglosajón, sino que incluso
en el caso de algunos de los autores
considerados, se dejan de citar otras publicaciones
que también ofrecen una visión
moral de otros ámbitos sociales. Un ejemplo
de ello es Trollope, del que Friedman
se centra en su The Way We Live Now, obra
sin duda importante para conocer los problemas
derivados de la especulación y los
comportamientos antisemitas, pero también
debería considerar las novelas recogidas
en la serie The Barchester Towers, donde
se analizan los problemas morales de la
sociedad rural derivados del progreso.
En definitiva, a pesar de lo que acabamos
de comentar, el libro del profesor
Friedman es un trabajo interesante, que
nos introduce en los aspectos relacionados
con el crecimiento y de algunas consecuencias
derivadas del mismo, desde una
perspectiva no esencialmente empírica, sino
considerando la evolución histórica e
introduciendo elementos culturales.