Libros de Economía y Empresa - Fundación Caja Duero

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II.   RESEÑAS

7.
Estrategias de crecimiento más allá del consenso de Washington

Óscar De-Juan Asenjo

Libro: The Macroeconomics of Development and Poverty Reduction (Strategies Beyond the Washington Consensus)

PARA CONTRASTAR las estrategias neoliberal e intervencionista de desarrollo, Jan Priewe y Hansjörg Herr utilizan un símil equino que vamos a reproducir aquí ligeramente ampliado. La estrategia neoliberal asegura que si un caballo goza de buena salud sentirá necesidad de comer y, una vez digerido el alimento, empezará a trotar e incluso a correr. En el plano económico, el buen estado de salud del tejido empresarial se consigue privatizando y liberalizando la economía, incluidos los flujos internacionales de capitales. Del resto se encargan las fuerzas del mercado libre. La historia de los caballos podría discurrir de otra manera, que es la que les interesa resaltar a los autores de libro. Puede ser que los caballos no dispongan de comida suficiente y adecuada (la que sus pequeños estómagos son capaces de digerir). Puede ser que los caminos que han de recorrer estén llenos de barro y que cuando entren en carrera, arrastren una carga que limite todavía más sus posibilidades. En estas condiciones, no es de extrañar que los caballos se muevan con dificultad o, incluso, se resistan a levantarse. La acción de un jinete enérgico, provisto de "zanahoria y látigo", parece conveniente. Según los autores del libro, las cargas añadidas a los países pobres se asociarían a la deuda externa y una moneda débil cuya reputación, dentro y fuera del país, está bajo mínimos. El jinete se identificaría con el Gobierno, quien ha de estimular la economía en momentos decisivos y con políticas adecuadas.

La primera de las tesis defendidas en el libro es que el crecimiento económico sostenido es la única manera de salir definitivamente de la pobreza. El crecimiento puede llevar aparejada una menor o mayor desigualdad, pero asegura mejoras generales y una disminución permanente del porcentaje de personas que vive por debajo del umbral de pobreza. Las relaciones entre crecimiento, distribución y pobreza se explican en el capítulo 2. La variedad de regímenes de crecimiento y estancamiento económico en los países en vías de desarrollo (PVD) es otra contribución destacada que aparece en el capítulo 3.

Priewe y Herr explican el crecimiento económico desde un enfoque postkeynesiano, síntesis del principio keynesiano de la demanda efectiva y la hipótesis schumpeteriana del dinero endógeno. La variable clave en todo proceso de crecimiento (y el "gran ausente" de los modelos neoclásicos dinámicos) es la acumulación de capital. Los empresarios sólo invertirán si esperan un crecimiento de la demanda y si cuentan con la financiación adecuada. Para un país en desarrollo, la demanda proveniente del exterior (exportaciones) está llamada a ser la locomotora del crecimiento. La financiación inicial de un proceso productivo no requiere de un ahorro previo, pero sí de un sistema bancario consolidado, capaz de financiar el capital circulante de las empresas. La producción generará las rentas de donde saldrá el ahorro que podrá ser acumulado en el futuro, asegurando así un crecimiento sostenido. Si la financiación inicial no funciona adecuadamente, difícilmente se desencadenarán nuevos procesos productivos que mantenga vivo el crecimiento económico. Los economistas postkeynesianos llevan años defendiendo que el dinero es "endógeno, pero no neutral". Ésta es una de las mejores ilustraciones que yo he tenido ocasión de leer.

M. Yunus y A. Sen han enfatizado los fallos del mercado bancario para financiar proyectos que tienen todas las garantías de éxito menos una: los empresarios innovadores no pueden aportar garantías reales. La incorporación de este tipo de fallos microeconómicos hubiera reforzado las tesis de Priewe y Herr. Pero, como hemos avanzado, la atención de estos dos economistas se mueve siempre en el plano macroeconómico. Desde allí, el principal problema observado es la "dolarización". A la difícil situación económica de la que parte todo PVD, se añade la evidencia de una moneda débil, cuyo historial está salpicado de episodios de fuerte inflación y depreciación. Los agentes económicos (hogares, empresas, bancos y hasta el propio gobierno) prefieren guardar su riqueza financiera en dólares u otras divisas más seguras. Al hacerlo, el banco central pierde su capacidad de prestamista de última instancia, y el sistema bancario difícilmente puede financiar el ciclo de producción- ahorro-inversión.

La debilidad de las monedas locales suele estar ligada al endeudamiento excesivo, alimentado por el déficit crónico por cuenta corriente. La teoría tradicional del desarrollo consideraba el déficit como un paso previo a la industrialización, de la cual resultaría una boyante industria exportadora. Priewe y Herr advierten que el déficit debilita todavía más a la moneda y la hace propensa a la inflación y a la depreciación. Las empresas estarán obligadas a pagar intereses prohibitivos para la inversión productiva y muchos agentes económicos se verán abocados a la quiebra cuando se produzca la inevitable depreciación. Por eso, su nueva estrategia de desarrollo busca deliberadamente el equilibrio en la balanza corriente o, mejor, un pequeño superávit que estimule a la economía real y dé consistencia a la moneda local. Para conseguirlo, abogan por una política monetaria y cambiaria que evite tipos de cambio sobrevalorados, por controles a los flujos especulativos internacionales y por una política industrial selectiva que estimule algunas exportaciones y sustituya ciertas importaciones.

Los autores son conscientes de que si todos los países persiguieran una balanza positiva el resultado no podría ser otro que una deflación y una crisis a escala internacional. Para evitar este peligro, proponen un Breton Woods keynesiano que coordine el pequeño superávit de los PVD con un déficit sostenible en los países desarrollados. Éste es el broche institucional elegido para cerrar una historia de fracasos cuyo misterio radica en la coexistencia de monedas con diferente credibilidad. Cabrían otros finales. La conclusión personal a la que he llegado es que habría que empezar a pensar en la moneda única internacional.

Pasamos a una valoración general de la obra de Priewe y Herr. El diagnóstico de la enfermedad del subdesarrollo nos parece muy logrado. La explicación de la inoperancia de la medicina tradicional, también. La capacidad curativa de las nuevas alternativas es lo que no queda del todo claro. Para empezar, hay que decir que de nuevas tienen poco. ¿No se probó ya la sustitución de importaciones entre 1950 y 1970 bajo las pautas marcadas desde la CEPAL por Raúl Prebisch?

Desde el punto de vista formal, hemos detectado más de una docena de ausencias entre las referencias bibliográficas. Nos referimos a libros y artículos citados en el texto principal, pero no en la lista final de referencias. Sobre la estructura del libro no tenemos nada que objetar y sí mucho que alabar. Las tesis que defiende quedan claras desde la introducción y se desarrollan de forma rigurosa y ordenada en los siete capítulos siguientes. En algún pasaje, la exposición nos ha resultado repetitiva y prolija, pero no descartamos que otros lectores lo agradezcan. A nuestro entender el mayor logro del libro consiste en la combinación entre teoría y praxis. Las ilustraciones empíricas abundan en todos los capítulos y se dedica uno completo (el séptimo) al análisis de cuatro experiencias de desarrollo recientes: China, Bielorrusia, Uganda y Vietnam.

Algunos lectores desconfiarán de las bases teóricas postkeynesianas que sustentan el libro y del intervencionismo económico que rezuma en él (aunque siempre sea moderado, parcial y transitorio).Todos estos críticos habrán de reconocer, sin embargo, que las propuestas están teóricamente bien fundamentadas, y se quedarán con un interrogante de los que quitan el sueño: ¿por qué en las dos últimas décadas los países latinoamericanos que han seguido las recomendaciones liberales del Consenso de Washington han tenido una evolución menos satisfactoria que los países asiáticos, quienes han impulsado políticas más afines a las sugeridas por este libro?