V I I I. I N F O R M E S ECONOMÍA ESPAÑOLA
23.
El papel de la productividad y de las finanzas en el desarrollo económico
María Nieves García Santos
EL WORLD ECONOMIC OUTLOOK (WEO)
es un informe que todo analista de coyuntura
económica está obligado a leer, independientemente
de aceptar o ser crítico con
la actividad realizada por el Fondo Monetario
Internacional o con la ideología liberal
que se contienen en sus propuestas. Este
Outlook general se complementa con otros
informes u outlooks regionales dedicados al
hemisferio occidental, a los países asiáticos
y a las economías subsaharianas (ver referencias).
El Fondo Monetario Internacional
(FMI) elabora todos estos informes dos veces
al año; el WEO en abril y en septiembre.
Todos se publican en papel y en edición
digital, de descarga libre en la página del Fondo
Monetario Internacional.
El WEO supone un análisis extenso de
la situación económica del momento y de
sus riesgos, así como señala perspectivas de
su posible evolución en un horizonte de corto
y medio plazo, y ofrece recomendaciones
de política económica.
La coordinación del informe corre a cargo
de la dirección de estudios del FMI, pero
es el producto de la cooperación de los
diversos departamentos del Fondo, así como
también se beneficia de la información
recibida a través de las consultas realizadas
con los países miembros. En particular, intervienen
en estas consultas, además de los
departamentos de áreas, los de mercados
de capitales internacionales, de sistemas
monetarios y financieros y de asuntos fiscales.
Es importante resaltar este enfoque
multicontribuido del informe porque proporciona
una mayor riqueza de análisis y le
dota de gran proximidad a la realidad del
momento. Ambos aspectos son palpables
en la lectura del informe. Aunque el interés
de quien lo lea se centre en un área o en un país concreto, la lectura del enfoque
global que proporciona el WEO ofrece un
marco de explicación que contribuye a centrar
el análisis particular.
El informe está estructurado en cinco capítulos,
un apéndice y un anexo estadístico,
aparte de la introducción y del resumen
ejecutivo con los que se inicia.
Algunos capítulos tienen perspectiva
concreta de área económica, mientras que
otros se centran en cuestiones que afectan
de forma general a la economía mundial y
que posiblemente se considera que han sido
un elemento clave en la evolución económica
reciente y que posiblemente lo seguirán
siendo. En el informe de septiembre de 2006 los capítulos con perspectiva de
área son los tres primeros. El primer capítulo
analiza las perspectivas globales y las
cuestiones más importantes de política
económica; el segundo se dedica a las perspectivas
regionales y por países, y el tercero
se centra en Asia, especialmente en el
estudio de su modelo de crecimiento y
desarrollo económico. En siguiente lugar, el
capítulo cuarto se dedica a analizar cómo
afectan los sistemas financieros a los ciclos
económicos y, dado que el actual informe
de septiembre recibe como subtítulo "sistemas
financieros y ciclos económicos", se
puede considerar que este capítulo recoge lo
que el FMI considera las claves de la economía
mundial en el momento actual.
El apéndice recoge la discusión del informe
realizada en agosto por el Comité
Ejecutivo del FMI, y por tanto señala someramente
la opinión de los directores ante
la evolución económica y financiera señalada
en el informe. Así, el apéndice contribuye
a dar cierta naturaleza de independencia
del organismo al propio informe, ya que,
como se señala en la presentación, ni las
proyecciones ni las consideraciones de política
económica incluidas deben ser atribuidas
ni a los directores ejecutivos del FMI ni
a las autoridades nacionales.
El análisis destaca que la economía mundial
se encuentra disfrutando de su cuarto
año de crecimiento económico, a pesar de
haberse encontrado con problemas como
los elevados precios del petróleo y de otras
materias primas. Las perspectivas para el
año próximo son positivas (con un crecimiento
mundial esperado del 4,9%, que para
España sería del 3%). Los riesgos se concentran en las presiones inflacionistas, en la
restricción de las condiciones monetarias y
en la posibilidad de un ajuste brusco en el
sector exterior y en el de la vivienda norteamericanos.
Este último problema también
es compartido por otras economías,
entre ellas la española. Para Europa se señalan
como factores de vulnerabilidad a
corregir, para garantizar el crecimiento a
medio plazo, los déficit fiscales y el escaso
aumento de la productividad. En el caso de
España, destaca que la productividad ha
retrocedido en el periodo 1996-2005 (en
comparación con un aumento medio en la
Unión Europea del 1,3%, y del 2% en
Estados Unidos) como consecuencia del
gran aumento del empleo en sectores como
el de construcción, responsable en gran
medida del crecimiento económico de los
últimos años.
Parte de la explicación a la prolongación
de la bonanza económica mundial se
encuentra en el crecimiento de los países
emergentes de Asia, que han acumulado
capital físico y humano pero que también
han conseguido incrementos rápidos en la
productividad total de factores. Como resalta
el informe, tanto en China como en la
India el crecimiento de la productividad
total supera la contribución de la acumulación
de capital físico y humano, y ello se
atribuye a que el marco económico ha favorecido
el desarrollo del sector industrial
en China y de los servicios en India. En
ambos casos, la asignación de recursos ha
ido alejándose de la agricultura, caracterizada
por su baja productividad.
Este hecho parece de extraordinaria importancia,
ya que hasta la fecha se ha venido
resaltando el comportamiento tan positivo
de la productividad en Estados Unidos, pero
no se ha comentado lo que ocurre en los
países emergentes. Hay que reconocer la
contribución de ambos fenómenos a que la
inflación se haya mantenido moderada y a
que la inversión no se haya visto perjudicada,
a pesar del aumento de los precios de
las materias primas.
Dada la importancia para el crecimiento
de la economía global del vigor de la economía
asiática, la política económica debe
centrarse en que se sigan consiguiendo aumentos
en la productividad, tanto en los
nuevos sectores que reciben recursos, como
es el caso de los servicios, como en el sector
agrícola, que aún acoge a una parte substancial
de la población. Como elementos
que contribuyen de forma positiva al incremento
de la productividad, el FMI señala
la importancia no sólo del acceso a la educación
y a facilidades financieras, sino
también de la apertura a la competencia,
exterior o doméstica. Precisamente, un factor
que puede amenazar el crecimiento en
estos países emergentes es el establecimiento
de barreras comerciales, que provocaría
que la gente permaneciera en sectores
poco productivos más tiempo.
El capítulo 4 destaca la importancia del
sector financiero en el crecimiento económico.
El FMI ha elaborado un "índice financiero"
que mide el grado de independencia
de las relaciones que se establecen en el
sistema financiero, y que abarca desde los
sistemas financieros en los que las decisiones
se basan en criterios de independencia
entre las partes y en el uso de información
pública hasta los sistemas donde las decisiones
financieras se basan en relaciones
privadas. La evidencia empírica avala que
los sistemas financieros más independientes
responden mejor a las nuevas oportunidades
económicas. Según concluye el FMI,
la naturaleza de los sistemas financieros en
muchos países de la zona euro explica en
parte el bajo crecimiento de la productividad.
El aspecto negativo que se obtiene es
que los sistemas financieros más independientes
permiten un mayor endeudamiento,
de forma que en ellos la deuda de las familias
se sitúa en una media del 160%, frente
a menos del 100% en el otro grupo. Como
ejemplos representativos de sistemas financieros
independientes se citan los anglosajones,
en especial los de Estados Unidos y Reino
Unido. Hay que señalar que la posición del
sistema financiero español ha mejorado desde
1995 a 2004 y se sitúa cerca (aunque por debajo)
de la media. Analizando los componentes
del "índice financiero", se pone en
evidencia que mientras que la financiación
bancaria tradicional en España ofrece buenas
características de competencia y de uso
de información pública, la nueva intermediación
financiera muestra muy escaso desarrollo,
tanto en banca no tradicional como
en intermediación no bancaria o en innovación
financiera.
Precisamente los países con sistemas financieros
independientes han podido responder
a la revolución de la tecnología de
la información invirtiendo y consumiendo
más. Según la evolución prevista o deseada
por el FMI, la saturación de la capacidad
de los sistemas financieros independientes
de los países desarrollados deberá ser reemplazada
por el desarrollo de los sistemas
financieros de los países emergentes, lo que
les facilitará la financiación de la expansión
del consumo privado. Es evidente que para
que se produzcan los mayores beneficios
sobre el crecimiento económico se deberían
aplicar otras políticas que estimulen la competencia.
El capítulo último del informe se dedica
al análisis del crecimiento extraordinario
registrado en los precios de las materias
primas. El crecimiento en los precios de los
inputs se suele traducir en aumentos en los
precios de los outputs, en menores márgenes
empresariales, menores salarios o ralentización
de la actividad. El fuerte crecimiento
de la productividad en diversas partes del
mundo ha frenado cualquiera de esas consecuencias.
Por ejemplo, China, que ha experimentado
grandes ganancias de productividad,
ha contribuido al 50% del aumento
de la demanda mundial de aluminio, cobre
y acero en los últimos años. La evolución
prevista es que la producción de metales
responda a la demanda y los precios de los
metales terminen descendiendo, evolución
que debe ser tenida en cuenta por los países
productores.
Como se ha señalado al principio, el libro
finaliza con un apéndice, donde se recogen
las opiniones del Comité Ejecutivo, y un extenso
anexo estadístico de 45 cuadros donde
se recopilan datos macroeconómicos de las
áreas económicas y de algunos países seleccionados.
En los cuadros se ofrecen datos
de los últimos 6 u 8 años, así como predicciones
para el año en curso y para el próximo.
Como se ha comentado, el atractivo del
informe del World Economic Outlook es grande,
no sólo porque proporciona una visión
conjunta de la situación económica mundial,
que resulta en sí misma interesante, sino
además, y fundamentalmente, por los análisis
profundos de ciertas cuestiones. En el
número actual, tanto el fenómeno del aumento
de la productividad en las economías
asiáticas como el punto de vista con el
que se analiza la contribución de los sistemas
financieros dan qué pensar, y abren la
puerta a nuevos enfoques en la explicación
de los factores de desarrollo.