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IV.   ECONOMISTAS PREMIADOS

17.
Phelps: Premio a un ecléctico Keynesiano y Rawlsiano.

Fernando Méndez Ibisate

A REAL ACADEMIA de Ciencias de Suecia ha otorgado el premio Nobel de Economía de 2006 al economista estadounidense Edmund S. Phelps, compañero de viaje del también Nobel de Economía (1976) Milton Friedman en las críticas al modelo keynesiano sobre aplicación de políticas económicas para el control de ciclos económicos y, más concretamente, de los fenómenos del paro y la inflación.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el keynesianismo imperaba como modelo teórico y de política económica, tanto en los círculos académicos como en los despachos oficiales y en los centros de toma de decisiones.

Edmund S. Phelps, Premio Nobel de Economía 2006.

Un impulso definitivo había venido de la mano de A.W. Phillips, quien, en 1958, propuso un modelo empírico-matemático que relacionaba de forma inversa las tasas de desempleo y de variación de los salarios monetarios. Siguiendo el modelo teórico de John Maynard Keynes expuesto en la Teoría general del empleo, el interés y el dinero (1936), en donde se postulaba una inflación de costes –sobre todo de costes salariales–, Phillips realizó el salto desde las tasas de variación de los salarios a las del nivel general de precios, estableciendo un intercambio o compensación (trade off) entre desempleo e inflación que abría la puerta a la posibilidad para las autoridades de realizar políticas de control alternativo de ambos males económicos.

A partir de dicho modelo, y sobre fundamentos típicamente keynesianos, quedaba establecida la capacidad para los gobernantes de implantar un trade off entre inflación y paro; es decir, la posibilidad de llevar a cabo políticas de estabilización,mediante ajustes fiscales (sobre todo gasto público) o monetarios, que permitiesen reducir el desempleo a cambio de cierto incremento de la inflación de una sola vez, aunque estableciendo cierta senda dinámica.

Los trabajos de Phelps (1967; 1968a) y Friedman (1968) acabaron con la curva de Phillips y con su sustento lógico-racional, que postulaba la atractiva viabilidad para el estadista de resolver los procesos cíclicos y sus problemas anexos mediante la manipulación de las palancas adecuadas.

Biografía intelectual y científica

Phelps nació en Evanston (Illinois) en 1933, cuando la Gran Depresión tocaba fondo. De padre publicitario y madre nutricionista, en 1939 se trasladan a Nueva York por razones laborales. Aunque no mostraba tendencia concreta por un campo de especialización, parecía un muchacho con talento al acceder a su segundo grado y recibió, aconsejado y animado por su padre, un par de cursos de Economía que estimularon su vocación por la disciplina.

Phelps reconoce que lo que le llevó al estudio de la ciencia económica fue, como siempre sucede, una formación excepcional en la materia por parte de sus maestros. Y lo que alimentó su constancia en el estudio fue la sensación de que un mayor conocimiento de la disciplina le descubriría la armonía oculta de la economía.

Edmund S. Phelps

Para entonces, ya comenzaba a perfilar un objetivo en su formación al percibir la idea, todavía ambigua, de que las enseñanzas recibidas en los cursos impartidos sobre microeconomía no tenían relación o conexión con las de los cursos seguidos en macroeconomía.

Finalmente, se gradúa en la Universidad de Yale, donde recibe clases de (y contacta con) profesores y economistas de la talla de James Tobin, Thomas Schelling y Arthur Okun, o los centroeuropeos William Fellner y Henry Wallich, quienes le trasmiten ciertos conocimientos y experiencias de los avatares económicos europeos que rompen algunos de sus moldes teóricos y ponen énfasis en el papel que desempeñan las expectativas de los agentes sobre la inflación y, en términos generales, sobre los precios y salarios.

Tras la lectura de su tesis doctoral sobre la evidencia empírica de la inflación de costes y su importancia en la década de los cincuenta, en junio de 1959 se traslada a Los Ángeles para trabajar en la RAND Corporation, en Santa Mónica, en aquel entonces concentrada en defensa y fuerzas aéreas. El trabajo, muy alejado de sus aspiraciones intelectuales y académicas, no convenció a Phelps, y al año siguiente (1960) se traslada a la Cowles Foundation, donde trabajará durante los siguientes cinco años y medio.

En 1962-63 visita el MIT, invitado por Robert Solow a dar un curso en teoría del capital, donde además conoce a Paul Samuelson y Franco Modigliani. Por fin, en enero de 1966, decide trasladarse a un puesto fijo en la Universidad de Pennsylvania que le abrirá la puerta a lo que él mismo ha considerado su década de alta fertilidad científica.

Es en estos años cuando plantea, desarrolla y descubre paulatinamente nuevos resultados o implicaciones de su modelo de curva de Phillips con expectativas aumentadas, que se ha convertido en principal motivo para la obtención del premio Nobel. Pero también realiza incursiones con otros colegas en áreas como el equilibrio de juegos aplicado a la teoría del crecimiento; los resultados de la deuda pública sobre el incremento e intensidad del capital; los efectos de las políticas monetaria y fiscal sobre la inflación; los mercados de clientelas y el crecimiento óptimo de la población.

Tras un pequeño bache personal y de producción intelectual a comienzos de la década de los setenta, acompañado por el final de su primer matrimonio, intenta reconstruir su vida y, de nuevo, cambia de universidad. En el otoño de 1971 se traslada al departamento de Economía de la Universidad de Columbia, Nueva York, donde pasará los siguientes ocho años.

En Columbia conocerá a su segunda esposa, con quien contraerá matrimonio en 1974. De nuevo comienza a producir artículos y nuevas ideas con fecundidad. Parte de las líneas de investigación que trabajó fuera de la macroeconomía en estos años fueron resultado de su paso por el Center for Advanced Study in Behavioral Science, en Stanford, durante el curso académico de 1969-70.

Allí conoció a Amartya Sen, quien le mostró su trabajo sobre bienestar social y le convenció de la importancia que tenía el filósofo John Rawls. También conoció a Kenneth Arrow. Un nuevo campo de estudio se abrió ante sus ojos, y así creció su interés en asuntos sobre justicia económica. Para lo cual adoptó un concepto de justicia económica que pudiese encajar con la perspectiva que otorgaba el libro de Rawls, A Theory of Justice. Es decir, la búsqueda de justicia en el diseño social de una estructura de recompensas, utilizada para incentivar a los participantes en la producción y el intercambio, así como para la distribución de las ganancias resultantes de dichos procesos.

Con ese equipamiento, trató de estudiar las implicaciones del criterio "maximin", definido por Rawls, sobre las políticas tributarias y el diseño de un esquema impositivo óptimo, así como sus repercusiones sobre el trabajo y el capital. Dicho criterio "maximin" establece que el objetivo a maximizar es el bienestar de los individuos menos pudientes dentro de la sociedad.

Pero sus principales investigaciones durante este período se dirigieron a intentar reforzar varios de los pilares conceptuales y esenciales de las teorías e ideas keynesianas, continuamente expuestas a crítica por los defensores de las expectativas racionales y el paradigma new classical, que el propio Phelps identifica con las figuras de Robert Lucas y Thomas Sargent.

Así, sus esfuerzos se dirigieron a la reconstrucción del paradigma keynesiano mediante la incorporación al mismo de los fundamentos de las expectativas racionales, pero con supuestos sobre el establecimiento no simultáneo (no sincrónico) de salarios y precios. Dicha ausencia de sincronía o simultaneidad en el establecimiento de precios y salarios podía provenir de conductas o situaciones de información incompleta o, alternativamente, de información asimétrica por parte de los agentes que intervenían en los procesos económicos.

Portadas de algunas publicaciones de Edmund S. Phelps

Con ello, el grupo de economistas de Columbia trataba de demostrar los posibles abusos en el uso de la idea de las expectativas racionales y, en especial, de la creencia de que los agentes tienen en todo momento las expectativas teóricas correctas (el exacto funcionamiento del modelo) o de que actúan como si las expectativas racionales fuesen una propiedad inherente del propio modelo. Según Phelps, existen situaciones en las que un agente puede no tener una idea clara de cuáles serán las expectativas de otros agentes y, por tanto, tampoco dispondría de una expectativa, teóricamente fundamentada en el modelo, sobre que tipo de acciones adoptará el resto de los agentes. Sostenía este grupo de economistas de Columbia que un agente no puede utilizar el modelo analítico para formular sus expectativas dado que dispone de poca o ninguna idea acerca de cómo van a utilizar el modelo los demás agentes, en términos cuantitativos, o incluso si no han cambiado a algún otro modelo diferente.

Principios que utilizaron y defendieron de forma cohesionada. Y es que, como le comentó el propio Robert Lucas, Phelps contaba con una escuela completa en Columbia, con Kelvin Lancaster, Ronald Findlay y Robert Mundell como figuras más experimentadas o veteranas, y con Guillermo Calvo y John Taylor entre los más jóvenes o neófitos.

Con el tiempo, Phelps sentía cómo sus esfuerzos y los de sus discípulos, que ahora avanzaban en sus investigaciones iniciales de doctorado, no eran considerados por el resto de la profesión, y su repercusión, o incluso la noción de su existencia, era mínima. La sensación de nadar continuamente contra corriente en sus críticas al modelo new classical y de sentir que había contribuido a construir un modelo teórico alternativo, a diferencia de lo que –según él– habían hecho la crítica de Friedman a la curva de Phillips, que no colocó nada útil en su lugar, o la crítica de Lucas sobre los modelos macroeconométricos para la actuación de política económica, que no indica lo que podemos hacer en vez de ello, le condujeron a replantear su táctica científica.

Así entre 1980 y 1985 escribió un manual de economía avanzada donde, a modo de síntesis, recogía sus descubrimientos de dos décadas atrás, así como sus principales aplicaciones a una gama de problemas. Su libro Political Economy (1985) fue adoptado como texto de economía en la Escuela de Negocios de Estocolmo, la London School of Economics, Cambridge (gracias a Partha Dasgupta) y en Columbia.

Tras pasar la mayor parte de su año sabático (1985-86) en Italia (Roma y Florencia), con pausa y estancia en París, comienza su colaboración firme con diversas instituciones europeas, iniciada con la Banca d’Italia,

junto a sus trabajos sobre los procesos de auge y depresión en Europa, la determinación del empleo y las peculiaridades de los mercados laborales europeos o las decisiones de inversión y la adopción de nuevos métodos por parte de las empresas que requieren nuevo capital, así como los posibles estímulos fiscales en todas esas materias y en diversos países de Europa.

Edmund S. Phelps

A estas investigaciones siguieron otras sobre los países del Este de Europa y sus procesos de conversión en economías capitalistas, al tiempo que organizaba, en colaboración con otros colegas, seminarios y cursos periódicos en los centros donde colaboraba, como la OFCE y el Institut d’Estudes Politiques de París, la Universidad de Roma "Tor Vergata" o la Universidad de Siena. Además, colaboró como miembro del Panel Internacional de Política Económica de la OFCE en París y del Consejo Asesor Económico del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo cuyo informe anual, Annual Economic Outlook, publicado en septiembre de 1993, fue prácticamente redactado y revisado por Phelps.

En septiembre de 1993 retorna a la Universidad de Columbia, donde continúa su labor académica y científica. Ha sido asesor del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, del Comité de Finanzas del Senado y del Federal Reserve Board. Elegido académico de la Academia de Ciencias Sociales (USA) en 1981, fue nombrado miembro distinguido de la American Economic Association en 2000, de la que, además, fue vicepresidente.Y es miembro de la Econometric Society, de la Academia Americana de Artes y Ciencias y de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha sido investido doctor honoris causa por las universidades de Mannheim (2001), Roma "Tor Vergata" (2001), Nova de Lisboa (2003), París Dauphine (2004) e Islandia (2004).